Son algunos de los grandes olvidados de la historia de los Oscar, y no podemos entenderlo. Así que queremos hacer justicia cinematográfica. Si ya os hablamos de injusticias tales como 25 películas míticas que no fueron nominadas al Oscar, y también de películas malas que no creerías que estuvieron en los Oscar, ahora seguimos con estos actores y actrices que no nos podemos creer que no tengan una estatuilla en su estantería. Algunos de ellos ya fallecieron hace tiempo, otros aún tienen la esperanza de conseguir el Oscar aunque su gran oportunidad posiblemente ya haya pasado. Todos ellos se dan cita en esta lista, en la que recordamos algunos de los más fatales errores de la Academia de Hollywood en sus categorías interpretativas.
No, los Oscars no son infalibles. Solo así se explica que actores tan emblemáticos de la industria norteamericana como Kirk Douglas nunca se ganasen un lugar entre los actores ganadores de Oscar. El actor conocido por películas como ‘Espartaco’ y ‘Senderos de gloria’ optó tres veces al premio (por ‘El Ídolo de Barro’, ‘Cautivos del Mal’ y ‘El Loco de Pelo Rojo’), pero no se llevó ninguno. Al menos compensaron el error con el Oscar Honorífico en 1996, aunque siempre es un reconocimiento tardío que sabe a poco. Es lo que la Academia intentó hacer también con una de sus figuras cómicas más icónicas: Groucho Marx. El actor, admirado por interpretar el mismo y delirante personaje en películas como ‘Sopa de ganso’, ‘Una noche en la ópera’ y ‘Un día en las carreras’), ni siquiera fue nominado en toda su carrera, aunque, como Douglas, pudo recoger en su nombre y el de sus hermanos Marx (ya fallecidos) el Oscar Honorífico en 1974. Lo cierto es que no debería sorprendernos en este caso: la Academia nunca se ha caracterizado por valorar los trabajos cómicos, anteponiendo la seriedad del drama a pesar de que hacer reír es bastante más difícil que hacer reír como los conseguían los hermanos Marx. ¡Dejamos ese debate para otro día!
En esta lista encontraremos también otros actores y actrices que aún podrían tener su oportunidad de conseguir el Oscar. ¡Aún hay esperanza para ellos y ellas! Es el caso de la multinominada Amy Adams, que ha optado seis veces al Oscar y podría haber ganado perfectamente por su trabajo en ‘La duda’ en 2009 o ‘The Master’ en 2013, y aún está a tiempo de colarse entre las actrices ganadoras de Oscar. Aunque la que se lleva la palma es la pobre Glenn Close, que tiene el récord de más nominaciones sin victoria: un total de ocho, entre las que encontramos algunas tan merecidas como Mejor Actriz por ‘Atracción fatal’ en 1988 y ‘Las amistades peligrosas’ en 1989.
A la espera de descubrir quiénes serán los ganadores en categorías como Mejor Película Internacional en los Oscars 2022, Mejor Documental en los Oscars 2022 , Mejor Canción original en los Oscars 2022 o Mejores Efectos especiales en los Oscars 2022, te preguntamos: ¿Cuál crees que es la mayor injusticia de la historia de los Oscars con sus estrellas?
Amy Adams
Es una de las grandes actrices de su generación, pero Amy Adams todavía no tiene un Oscar. Y eso que oportunidades no le han faltado: la actriz ha optado seis veces a llevarse la estatuilla dorada, de entre las que cinco fueron como actriz de reparto (‘Junebug’ en 2006, ‘La duda’ en 2009, ‘The Fighter’ en 2011, ‘The Master’ en 2013 y ‘El vicio del poder’ en 2019) y solo una como protagonista (por ‘La gran estafa americana’). Seis ocasiones, ninguna victoria. Por eso, Adams se ha convertido en la nueva causa de reivindicación de los cinéfilos (como en su momento lo fue Leonardo DiCaprio). Tampoco fue su año en 2021 con ‘Hillbilly, una elegía rural’, por la que ni siquiera ha sido nominada, pero todo está en su favor para que, en un futuro no demasiado lejano, sea reconocida como se merece.
Samuel L. Jackson
Si echamos la vista atrás, está claro que Samuel L. Jackson ha estado en algunas de las películas y franquicias más importantes de Hollywood. Y, aun así, por sorprendente que parezca ante su imponente filmografía, solo ha sido nominado al Oscar una vez, y desde luego no forma parte de esa escueta lista de actores negros con Oscar. Fue como Mejor Actor Secundario en 1995, por su icónico papel en ‘Pulp Fiction’ de Quentin Tarantino, pero perdió frente a Martin Landau. A sus 72 años, quizás podría tener una nueva oportunidad, o quizás ya salte directamente al Oscar de Honor, que bien merecido lo tendría.
Glenn Close
¿Llegará Glenn Close a romper su maldición en los Oscars? En 2021 estuvo nominada a Mejor Actriz de Reparto por ‘Hillbilly, una elegía rural’, pero de nuevo se quedó sin estatuilla. Así, son ocho nominaciones sin victoria las que acumula la actriz, que constituye actualmente el récord de la historia de los premios (las nominaciones al Oscar de Meryl Streep son más, pero sí obtuvieron victoria varias veces). Cuesta creer que no consiguiese llevarse ninguno en su increíble filmografía: fue nominada a mejor actriz de reparto por ‘El mundo según Garp’ en 1983, ‘Reencuentro’ en 1984 y ‘El mejor’ en 1985 (¡tres nominaciones consecutivas!), y a Mejor Actriz por ‘Atracción fatal’ en 1988, ‘Las amistades peligrosas’ en 1989, ‘Albert Nobbs’ en 2012 y ‘La buena esposa’ en 2019.
Tom Cruise
Es el rey de la taquilla, un héroe de acción incansable en sagas como ‘Misión Imposible’ y ‘Top Gun’, pero los Oscars se le han resistido durante toda su carrera. Tom Cruise es icónico, sí, pero sus tres nominaciones a los premios de la Academia no le ofrecieron ninguna victoria. Fue nominado dos veces a Mejor Actor protagonista, por ‘Nacido el 4 de julio’ en 1990 y por ‘Jerry Maguire’ en 1997, y más tarde como Mejor Actor de Reparto en 1999 por ‘Magnolia’. Respectivamente, perdió contra Daniel Day-Lewis, Geoffrey Rush y Michael Caine. Así que, bueno, podemos decir que su competencia era feroz. ¿Le veremos algún día subir al escenario del Dolby Theatre de Los Ángeles para recoger su estatuilla?
Sigourney Weaver
La mítica protagonista de la saga ‘Alien’, ‘Los Cazafantasmas’, ‘Avatar’ y tantas otras películas para el recuerdo ‘hollywoodiense’ nunca se ha llevado un Oscar a casa. Y eso que ha tenido tres buenas oportunidades. La primera fue en 1987, cuando fue nominada a Mejor Actriz por ‘Aliens’, todo un reconocimiento a un personaje, la Teniente Ripley, que ha marcado la cultura popular. Las dos siguientes llegaron al mismo tiempo, en 1989, cuando fue nominada al mismo tiempo a Mejor Actriz por ‘Gorilas en la niebla’ y a Mejor Actriz de Reparto por ‘Armas de mujer’. No consiguió ninguno, perdiendo frente a Jodie Foster y Geena Davis, respectivamente.
Ralph Fiennes
Aunque muchos tengan grabada a fuego su caracterización como Voldemort en la saga Harry Potter, no hay duda de que Ralph Fiennes ha tenido una carrera llena de grandes películas e interpretaciones. Aunque, al parecer, no lo suficiente como para ganarse un Oscar. En 1994, Tommy Lee Jones se lo arrebató de las manos a pesar de tener una gran oportunidad con su papel en ‘La lista de Schindler’ de Steven Spielberg, donde interpretó magistralmente a un oficial nazi de pesadilla. Tan solo tres años más tarde, en 1997, tuvo otra oportunidad con ‘El paciente inglés’, pero fue Geoffrey Rush quien se llevó el gato al agua.
Bill Murray
No podríamos imaginarnos Hollywood sin las excentricidades maravillosas de Bill Murray, desde ‘Lost in Translation’ hasta ‘Zombieland’, pasando por películas tan icónicas como ‘Atrapado en el tiempo’ o ‘Los Cazafantasmas’. Y fue precisamente la película dirigida por Sofia Coppola la que le dio su primera (y única) oportunidad de llevarse un Oscar. Como podemos imaginar, perdió. Fue en la gala de 2004, donde fue finalmente Sean Penn quien se llevó la gloria.
Saoirse Ronan
Tiene apenas 27 años, pero Saoirse Ronan ya ha sido nominada al Oscar cuatro veces. Una hazaña increíble para un talento tan joven en Hollywood, que no nos cabe duda de que seguirá acumulando reconocimientos en el futuro. Quizás incluso rompa el récord de Glenn Close de más nominaciones al Oscar sin victoria. ¡Esperemos que no! La actriz obtuvo su primera nominación a los 13 años, por su papel secundario en ‘Expiación: Más allá de la pasión’, en 2008, y a partir de ahí siguió con ‘Brooklyn’ en 2016, ‘Lady Bird’ en 2018 y ‘Mujercitas’ en 2020. Las dos últimas fueron gracias a su colaboración con la directora Greta Gerwig, con la que forma un tándem destinado al éxito.
Ian McKellen
Fue uno de los héroes de la Tierra Media en la trilogía de ‘El señor de los anillos’ y manejó los metales a su antojo como Magneto en la franquicia de ‘X-Men’, pero Sir Ian McKellen nunca se ha llevado un Oscar por su increíble trabajo en la gran pantalla. Bueno, excepto ‘Cats’. El actor británico consiguió su primera nominación a Mejor Actor en 1998 gracias a ‘Dioses y monstruos’, y obtuvo una segunda, esta vez a Mejor Actor de Reparto, por ‘El señor de los anillos: La comunidad del anillo’. Al menos la Academia le reconoció su icónico papel de Gandalf, aunque ese año fue Jim Broadbent quien se llevó el premio a casa.
Michelle Williams
Parece increíble que Michelle Williams no se llevase el Oscar por su pequeña (pero poderosa) interpretación en ‘Manchester frente al mar’ (por la que sí se llevó el Globo de Oro), pero es que la gran Viola Davis no perdona. Esa fue tan solo una de las cuatro nominaciones que la actriz ha acumulado a lo largo de su carrera: en 2006 fue nominada por primera vez por ‘Brokeback Mountain’, y siguieron las de Mejor Actriz de ‘Blue Valentine’ en 2011 y ‘Mi semana con Marilyn’ en 2012. De momento no ha habido suerte, pero Williams tiene un futuro más que prometedor en la industria, y en sus codiciados premios.
John Malkovich
Es un actor tan irreverente y con una personalidad tan excéntrica que hasta tiene una película a su nombre, ‘Cómo ser John Malkovich’, donde aparece un mundo habitado completamente por diferentes versiones de sí mismo. Así de icónico es John Malkovich, pero los Oscars nunca se lo han reconocido. El actor ha obtenido tan solo dos nominaciones en toda su historia, ambas como Mejor Actor de Reparto: la primera fue por ‘En un lugar del corazón’ en 1984 y la siguiente, casi una década después, en ‘En la línea de fuego’ en 1993.
Naomi Watts
No hay más que verla en la escena del casting en ‘Mulholland Drive’ para ver que lo de Naomi Watts es poderío interpretativo. La actriz ha sido nominada dos veces a los Oscars. La primera vez fue gracias a la película ’21 gramos’, en 2004, pero perdió frente a una camaleónica Charlize Theron. La segunda fue gracias a ‘Lo imposible’, la película de J.A. Bayona, aunque en aquel 2013 sería Jennifer Lawrence quien se llevaría el honor, con caída incluida. ¿Cuándo llegará el momento de Watts?
Jim Carrey
Gracias al documental ‘Jim y Andy’ de Netflix comprobamos que Jim Carrey es un actor fuera de lo común, por si su ecléctica filmografía no nos hubiese convencido ya de ello. Por eso, aunque cueste creerlo, el actor y cómico nunca ha recibido una sola nominación al Oscar, ni siquiera por películas tan icónicas como ‘¡Olvídate de mí!’, ‘El show de Truman’ o ‘Man on the moon’. Sí se ha llevado hasta seis nominaciones a los Globos de Oro, y de momento habrá que conformarse con eso.
Albert Finney
El ya fallecido Albert Finney ha tenido una carrera admirable, desde sus primeros años en la nueva ola de cine británico de los años 60 hasta pequeños papeles tan emotivos como el de ‘Big Fish’ de Tim Burton, pasando por las cinco grandes películas por las que fue nominado al Oscar: ‘Tom Jones’ en 1963, ‘Asesinato en el Orient Express’ de 1974 (en la que interpretó al mismísimo Hercule Poirot), ‘La sombra del actor’ en 1983, ‘Bajo el volcán’ de 1984 y, finalmente, ‘Erin Brockovich’ en el año 2000.
Montgomery Clift
Fue el más atormentado de los alumnos del Actor’s Studio, y uno de los mejores actores de Hollywood durante más de 20 años. Desde que Howard Hawks apostara por Montgomery Clift (1920-1966), tras verle en los escenarios representando ‘You Touched Me!’, y le hiciera debutar en cine, convertido en el hijo adoptivo de John Wayne en ‘Río Rojo’ (1948). Con su siguiente film, ‘Los ángeles perdidos’ (Fred Zinnemann, 1948), logró su primera candidatura. Viviría tres más: ‘Un lugar en el Sol’ (George Stevens, 1951),’ De aquí a la eternidad’ (F. Zinnemann, 1953) y ‘Vencedores o vencidos’ (Stanley Kramer, 1961). Jamás lo ganó. “Hay algo gracioso en los Oscar”, diría. “Ni Greta Garbo ni Chaplin lo han ganado nunca, así que creo que el verdadero mérito es no tenerlo”.
Ava Gardner y Deborah Kerr
El rodaje mexicano de ‘La Noche de la Iguana’ (John Huston, 1964) concentró a la prensa por el romance de Richard Burton, su protagonista, y Elizabeth Taylor, visitante al plató. Y dejó momentos para el recuerdo, como esta divertida foto de Ava Gardner (1922- 1990) y Deborah Kerr (1921-2007). Aunque ambas estaban extraordinarias, la Academia no las consideró, quizás por la sordidez de la adaptación de la obra de Tennessee Williams. De hecho, ni Gardner ni Kerr ganaron nunca un Oscar: la primera sólo fue nominada por ‘Mogambo’ (John Ford, 1952). Kerr tuvo peor experiencia, con seis candidaturas sin premio: ‘Mi hijo Edward’ (G. Cukor, 1949), ‘De aquí a la eternidad’ (F. Zinnemann, 1953), ‘El Rey y yo’ (W. Lang, 1956), ‘Sólo Dios lo sabe’ (J. Huston, 1957), ‘Mesas separadas'(Delbert Mann, 1958) y ‘Tres vidas errantes’ (F. Zinnemann, 1961). Cuando, en 1994, se llevó un Oscar honorífico, dijo con toda su corrección british: “La mejor compensación era estar satisfecha con mi trabajo“.
Cary Grant
Varias razones podrían explicar el escandaloso ninguneo de los Oscar hacia Cary Grant (1904-1986), y tienen que ver con su talante independiente, que le llevó a convertirse en el primer actor que se descabalgaba del sistema de estudios y se decidía a firmar contratos película a película, abandonando la Academia. Con sólo dos nominaciones en 50 años de triunfal carrera (‘Serenata nostálgica’ y ‘Un corazón en peligro’), Grant fue compensado con un Oscar Honorífico en 1970 que dudó en aceptar. Volvía así a una gala a la que, tras perder por primera vez, sólo había acudido para recoger el Oscar que Ingrid Bergman ganó por ‘Anastasia’ (1956) y para entregar el de Alec Guinness por ‘El puente sobre el río Kwai’ (1957).
Greta Garbo
La primera vez que habló, la nominaron al Oscar. La primera vez que se carcajeó, también. ‘Anna Christie’ (Clarence Brown, 1930) y ‘Ninotchka’ (Ernst Lubitsch, 1939) sacudieron a los seguidores de la Divina Greta Garbo (1905-1990), pero no a la Academia, que no reconoció sus méritos ni su aura en ninguna de las cuatro ocasiones en que optó a la estatuilla (las otras dos fueron ‘Romance’ y ‘Margarita Gautier’). Estrella a contracorriente, se retiró del cine casi al mismo tiempo que su aversión a las cámaras y eventos, a las multitudes y a los periodistas, la llevaron a vivir como una ermitaña. En 1955, la Academia le dio un Oscar honorífico que no fue a recoger. Tampoco había acudido en sus derrotas. ¡Garbo habla! ¡Garbo ríe! ¡Garbo pierde!
Marilyn Monroe
Más de 50 años después de su muerte, la estrella de Marilyn Monroe (1926-1962) se mantiene tan resplandeciente como en los tiempos en que ella se empeñaba en mejorar su formación para que la industria dejara de considerarla una bomba sexual. Su obsesión por aprender y convertirse en la mayúscula actriz dramática que apuntaba su trabajo en ‘Vidas rebeldes’ (John Huston, 1961), no fue valorada jamás por la Academia. Tampoco se dejaron conquistar por el encanto que desplegaba en ‘Con faldas y a lo loco’ (1959), personaje que sí le valió el Globo de Oro y estas palabras de su director, Billy Wilder: “Como actriz de comedia era absolutamente genial, un regalo de Dios”. El mito tocado por el Cielo que no fue, jamás, nominada al Oscar.
Kirk Douglas
Tres veces optó al Oscar como Mejor Actor. En 1996 le dieron un Premio Honorífico por su creatividad durante 50 años de carrera. Kirk Douglas (1916), superviviente de la Edad de Oro de Hollywood, había sido nominado por ‘El Ídolo de Barro’ (Mark Robson, 1949), ‘Cautivos del Mal’ (Vincente Minnelli, 1952) y ‘El Loco de Pelo Rojo’ (V. Minnelli, 1956), la derrota que peor le sentó. “Todo el mundo quiere ganar. Y aquella vez sí pensé que tenía posibilidades, todos me decían que no tenía rival…” confesaba tras perderlo ante Yul Brynner (por ‘El Rey y yo’), lamentando su suerte esquiva con la estatuilla. “Rechacé hacer ‘Traidor en el Infierno’ (Billy Wilder, 1953) y William Holden ganó el Oscar. Rechacé ‘La ingenua explosiva’ (Elliot Silverstein, 1965) y Lee Marvin ganó el Oscar. Nunca se sabe…”
Lauren Bacall
Hay actrices que siempre optan a los premios y hay actrices que siempre se los llevan. Nunca he estado en esas categorías, escribía Lauren Bacall (1924) en su autobiografía, Por mí misma y un par de cosas más. Y es que, desde su debut, en ‘Tener y no tener’ (Howard Hawks, 1944), y durante más de 50 años, jamás la nominaron al Oscar. Ni por ‘El Sueño Eterno’ (H. Hawks, 1946), ni por ‘Escrito sobre el viento’ (Douglas Sirk, 1956) ni por ‘Mi desconfiada esposa’ (Vincente Minnelli, 1958). Pero llegó Barbra Streisand con ‘El amor tiene dos caras’ (1996) y su suerte cambió, con una primera candidatura y la etiqueta de favorita: “Hice un gran esfuerzo por aparentar tranquilidad. No creo que tuviera mucho éxito”. Cuando Kevin Spacey pronunció el nombre de Juliette Binoche (ganadora por ‘El Paciente Inglés’), su rostro fue un poema que Hollywood aún no ha olvidado.
Richard Burton
Cuenta la leyenda que John Wayne se le acercó, con el Oscar que había ganado por ‘Valor de ley’ (Henry Hathaway, 1969), y le dijo: “Tú deberías tener esto, y no yo”. Richard Burton (1925-1984) había perdido por sexta vez, por su labor en ‘Ana de los Mil Días’ (Charles Jarrott,1969), un premio al que aspiraba desde ‘Mi prima Rachel’ (Henry Koster, 1952). Siete derrotas (las otras fueron ‘La Túnica Sagrada’, ‘Becket’, ‘El espía que surgió del frío’, ‘¿Quién teme a Virginia Woolf?’ y ‘Equus’) que convirtieron al actor galés en una de las víctimas favoritas de una Academia que no perdonaba su carácter impetuoso y su mala fama, de la que él se reía: “Me gusta ser un genio malcriado, borracho y mujeriego… como reputación ¡es bastante atractiva!”
Barbara Stanwyck
“Por supuesto que sufrí una decepción las veces que me nominaron y perdí. Todo aquel que diga lo contrario miente”. Miss Stanwyck (1907-1990) era sincera, pocos minutos después de que la Academia le diera el Premio Honorífico, en 1982, intentando reparar las cuatro ocasiones en que le negaron la estatuilla: por ‘Stella Dallas’ (King Vidor, 1937), ‘Bola de fuego’ (Howard Hawks, 1941), ‘Perdición’ (Billy Wilder, 1944) y ‘Voces de muerte’ (Anatole Litvak, 1948). Quizás la protagonista de ‘Las tres noches de Eva’ (Preston Sturges, 1941) pagara así sus desaires a la vida en Hollywood, que denominaba “la ciudad de cartón piedra”.
Groucho Marx
Quizás su inclusión en esta lista resulte una excentricidad, puesto que Groucho Marx (1890-1977) siempre hizo el mismo personaje, en pantalla (‘Sopa de ganso’, ‘Una noche en la ópera’, ‘Un día en las carreras’) y en los escenarios. Eso no excusa a una Academia que nunca se ha caracterizado por valorar los trabajos cómicos de los actores que nomina. Groucho no fue una excepción, aunque, como tantos otros ilustres olvidados, pudo recoger un Oscar Honorífico, en su nombre y en el de sus ya fallecidos hermanos, en 1974. Un genio de lengua viperina y mente privilegiada cuya locuacidad sigue asombrando.
Robert Mitchum
Sorprende comprobar que, tras aquella lejana nominación como Mejor Actor Secundario por ‘También somos seres humanos’ (William A. Wellman, 1945), cuando sólo era una firme promesa, no repitió candidatura. Intérprete de personalidad apabullante, antiestrella por naturaleza, gamberro, coleccionista de escándalos, cínico y rebelde, Robert Mitchum (1917-1997) no volvió a ser valorado, ni siquiera por composiciones tan majestuosas como las de ‘La Noche del Cazador’ (Charles Laughton, 1956), ‘La hija de Ryan’ (David Lean, 1970) o ‘Yakuza’ (Sydney Pollack, 1974). “La Academia no me volvió a fastidiar nunca”, remataría.
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